EXÁMENES DE ACCESO: TOEFL Y SAT

Para muchas empresas y organizaciones, en diversas partes del mundo, que una persona declare que habla inglés, que muestre el diploma de un curso o aun de una universidad, no es suficiente; hace falta una certificación, una prueba emitida por un tercero (distinto de aquel que dio la formación), utilizando técnicas de evaluación válidas y confiables que permita comprobar, de manera fidedigna, quela persona en efecto maneja la lengua en cuestión.

El proceso de certificación requiere siempre de la presentación de un examen en un centro oficial; examen que, dicho sea de paso, involucra tanto la parte oral como la parte escrita, en las cuatro destrezas básicas: hablar, escuchar, leer y escribir. Por lo que no es extraño que, aparte de un examen escrito, que involucra lecturas de textos en el idioma a certificar, exista además una entrevista oral, donde a través de una conversación, el examinador pueda evaluar las competencias o habilidades de la persona para producir y comprender textos orales, discriminando sonidos, palabras y sentidos globales de la frase u oración.

 

 

estudiando para el TOEFL

A nivel mundial, existen diversos tipos de certificados, según sea la lengua con respecto a la cual queramos demostrar dominio. Por ejemplo, en Europa existe el llamado Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCERL); pero también están los certificados en francés emitidas por la Alianza Francesa y en alemán los del Goethe Institute; para inglés existen los de Cambridge English o IELTS, así como el conocido TOEFL. A partir de esta evaluación, según sea el tipo de examen, se establece un nivel de conocimiento o dominio del idioma, que puede variar en cada uno de estos certificados, aunque por lo general se determinan niveles 3 niveles: básico, intermedio o independiente y competente o avanzado.

 

Para poder acceder a una universidad en Estados Unidos, existen varios exámenes de acceso reconocidos, pero hoy nos vamos a centrar en los dos exámenes más comunes para estudiantes internacionales: el TOEFL y el SAT.

Como su nombre lo indica, el TOEFL (Test of English as a Foreign Language) es una prueba estandarizada que certifica el dominio del inglés, orientada únicamente a hablantes no nativos. La prueba TOEFL puede ser tomada en centros autorizados por ETS, que es la organización detrás de esta certificación. En la web de dicha organización se pueden conocer más detalles acerca de la prueba y los mecanismos de presentación. Este examen mide las cuatro destrezas del idioma, y es un examen muy complejo. No existe una nota mínima para aprobar, y son las propias universidades las que tienen una «nota de corte» o nota mínima exigida para poder ser aceptado.

examen SAT

A diferencia del anterior, el SAT es una certificación que no se limita a la parte lingüística o del dominio de un idioma oral o escrito, sino que mide también habilidades en matemáticas y en capacidad analítica. Este tipo de exámenes es determinante en Universidades de Estados Unidos a los fines de admisión y para otorgar becas académicas. Para presentar este examen, hay que registrarse en la página web, llenar los formularios y realizar el pago correspondiente, después de lo cual se recibirá un comprobante para imprimir y presentar el día del examen, en el sitio fijado por la organización. Para aquellos que se lo pregunten, el inglés que se evalúa en la prueba SAT es menos complejo que el del TOEFL.

Se debe tener en cuenta que una certificación no es eterna; la fecha en la que el certificado fue emitido determina su validez. Por lo general, el examen TOEFL tiene una validez de dos años, y transcurrido este tiempo se pediría nuevamente la prueba, para ver si la persona ha mantenido o mejorado el nivel. En el caso del examen SAT, este tiene una validez de 5 años.

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