La forma más efectiva de aprender inglés

A pesar de ser el tercer idioma más hablado del mundo (después del chino y el español), el inglés es, sin duda, el “idioma más internacional”. Es el primer idioma que aprendemos como segunda lengua y el más útil si se quiere viajar a diferentes partes del mundo.

Aprender inglés es algo que a muchos nos obsesiona y son muchas las maneras que hay para conseguirlo. Lo más importante de todo, antes de plantearnos estudiar inglés, es tener clara una cosa: para aprender un idioma debe existir el deseo, es decir, tenemos que realmente querer aprenderlo.

Entre todas las opciones para aprender inglés, encontramos las siguientes: en el colegio cuando somos niños, un curso presencial en un centro o academia de inglés, con clases particulares de un profesor, un curso online, un viaje con estudio de cierta duración en algún país donde el idioma en cuestión sea inglés, o incluso aprender por nuestra cuenta de manera autodidacta con canciones y películas. Pero, ¿cuál es la forma más efectiva?

El estudio en un país donde se hable inglés se presenta como una de las mejores alternativas. Se ha comprobado que estar inmerso en un ambiente donde se use el idioma que queremos dominar es una garantía de aprendizaje del mismo: el oído se habitúa al sonido, la mente se habitúa a hablar y a pensar en dicha lengua… Es oportuno aclarar que esto no impide que se tome alguna de las otras alternativas, es decir, se puede estar en un país de habla inglesa y tratar de aprender de manera empírica, en la calle, o también la persona se puede inscribir en algún programa, combinando lo que aprende en su vida cotidiana con el conocimiento en un ambiente académico, siendo esta la forma más rápida de aprender el idioma.

Consideramos que esta es la situación ideal para el aprendizaje, manejo y profundización de la lengua en cuestión, toda vez que, además del contacto con el inglés en su ambiente natural, un programa de formación constituye una manera de hacer de éste un proceso sistemático. El conocimiento, en un curso, está organizado para tener un contacto gradual con la lengua, lo que permite seguir un orden e interiorizar mejor el aprendizaje.

En segundo lugar, si seguimos un curso o un programa de formación podremos reflexionar en torno a los diversos procesos de la lengua (fonética, semántica, sintaxis), en la misma medida que los vamos conociendo. Es decir, lo que se aprende hoy en la calle, lo que se escuche, se puede luego entender con los profesores en clase, quienes pueden explicar qué sucede, cómo se usan determinadas formas, etcétera. Esto no lo tendría la persona que ha decidido aprender por sí mismo en un país de habla inglesa en el cual ha decidido vivir: se puede enfrentar con situaciones idiomáticas complicadas, sin tener alguien que le ayude y le explique para resolver sus problemas de comunicación.

Ahora bien, una vez que hemos asumido que la situación ideal para aprender la lengua es vivir en el país y cursar un programa de formación, viene la pregunta acerca de cuál es el mejor país de habla inglesa para aprender inglés. La respuesta, indudablemente, es: los Estados Unidos de América. ¿Por qué?, nos preguntamos nuevamente; hay varios motivos por los que recomendamos estudiar inglés en EEUU: debido a que la mayor parte de los contenidos audiovisuales en inglés que se transmiten en el mundo son de origen norteamericano y en casi todas partes las personas están familiarizadas con los modismos y frases hechas utilizadas por los estadounidenses; además en Estados Unidos hay proporcionalmente muchas menos personas que hablan español y toman clases de inglés, por lo que se aprende más rápido que en otros lugares con gran número de españoles.

Dicho todo esto, podemos entrever que aprender inglés en un país donde predomina esta lengua y, más específicamente, en los Estados Unidos, proporciona múltiples ventajas y diversos beneficios. Por ello, no es de extrañar que esta sea, hoy por hoy, una opción que muchos profesionales graduados y en formación están tomando para complementar su perfil laboral y lograr un amplio dominio de lo que es, indudablemente, la lingua franca del nuevo milenio: el inglés.